Hablar de inclusión no es referirnos a integración, ya que supone pasar de un modelo individual, donde el problema o limitación está en el individuo, a un modelo social, donde los problemas y las limitaciones están en la sociedad. Como hemos señalado en otro momento (Cabero y Córdoba, 2009), tanto el objetivo como el centro de preocupación de la inclusión e integración son diferentes. En lo que se refiere a su objetivo, el de la inclusión es de mayor magnitud que el de la integración, en el sentido de que éste se centra en el colectivo de los discapacitados, y aquel en todos los alumnos. Por otra parte, mientras el centro de preocupación de la integración es mejorar y cambiar la Educación Especial, el de la inclusión es perseguir la transformación de la cultura, la organización educativa y la práctica escolar.
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